Ibamos con una gran ilusión, después de contactar con los dueños en una prueba de aceite en Madrid. Hemos estado alojadas 2 familias en este pasado puente de los santos, y nos hemos llevado una terrible decepción. El entorno natural es muy bonito y tranquilo, aunque con accesos muy complicados, pero las instalaciones de la Cateta son pésimas, con humedades, frio, corrientes, averías en luz y agua y con multiples parches para disimular las carencias. Entendemos que para poder alquilar una casa rural a ese precio debería llevarse a cabo una amplia reforma manteniendo el encanto antiguo pero con instalaciones modernas, como por ejemplo se ha hecho en la casa de cortadores situada en la misma hacienda y que si reune las condiciones mínimas necesarias. Del servicio, solo se salvan las dos personas que residen allí permanentemente (ambas de origen rumano), que hicieron todo los posible por ayudarnos, que si tenían ambas casas en perfecto estado de limpieza y se comportaron de manera exquisita, no podemos decir lo mismo de la persona supuestamente encargada que no dio la cara ante los problemas. No todo fue malo, los que residieron en la casa de cortadores estuvieron en una casa rural buena, los que lo hicieron en la Cateta estaban en una casa semiabandonada, y como comentario positivo decir que el aceite que se elabora en la finca es de calidad excepcional y este producto si lo recomendaremos.