Fin de semana de amigos con niños!!!
En total 16 adultos y 14 niños,,,, y gracias a estas 2 increíbles casas,,, la locura que podía haber sido, ha resultado una experiencia para repetir.
Nos hemos alojado en Casa Alta y Casa Grande, con una habitación por familia y su propio baño. Un lujo.
Todo muy limpio, sabanas y edredones que invitaban a dormir y disfrutar del silencio, no se oye ni un ruido por la noche.
Las comidas,,,, las hacíamos en Casa Grande,, con comedor acristalado y 2 mesas con capacidad para todos.
La casa dispone de menaje mas que suficiente para 30.
Y espacio suficiente para que los niños jugarán. Y han disfrutado de la libertad de andar por el pueblo.
Gracias a Manolo, tuvimos un desayuno espectacular, con pan bueniiisimo y bizcocho de zanahoria.
Y siguiendo sus indicaciones, encargamos la cena del viernes en Posada Rita, para llevar a la casa. Muy cómodo.