El trato del propietario perfecto.
De la casa por ponerle alguna pequeña pega, es que no hay calefacción en los baños, pero realmente no se hace necesaria.
Por todo lo demás perfecto, limpieza, comodidad, bien situada en el centro de Puebla de Lillo, con todo a mano para comer, supermercado...
El salón es enorme y con chimenea, con sitio perfecto para dejar los equipos de esquí/snow a secar.
La ropa de cama limpia y de sobra, con mantas y nórdico, se pasa hasta calor por la noche.
Es la segunda vez que vamos y volveremos seguro.