Hemos disfrutado de una semana muy agradable en dos de la tres casas de ese conjunto, La Masía y el Mirador. Nos han encantado.Muy auténticas, bien restauradas, limpias, con baños modernos (toallas incluidas), cocinas bien equipadas (¡jabón de lavavajillas, bolsas de basura, estropajo, aceite, vinagre, sal y pimienta!), televisor con DVD, TDT y parabólica y hasta juguetes para niños pequeños... Mosquiteras en todas las ventanas.
La piscina es muy bonita y con una buena zona también para los pequeñitos, muy bien vallada para evitar accidentes. El entorno inmejorable: precioso bosque colmado de pájaros y vistas magníficas de las montañas. Sin olvidar la gran zona de juegos para jóvenes (portería de fútbol, canasta de baloncesto, mesa de ping-pong con raquetas y pelotas, columpios, tobogán, casita con juguetes para los más pequeños, petanca y hasta animales (alejados de las casas: un buen gallinero arriba, y abajo ponis y una ovejita preciosa que los dueños nos enseñaron una tarde, nuestro sobrino de 2 años y medio pudo darse unas vueltas y alucinaba...) y un huerto muy bien cuidado.
En resúmen una estancia con mucho encanto, cabe destacar esa arquitectura llena de rincones, escaleritas y plantas por doquier en grandes macetas.
Los propietaros fueron muy acogedores y simpáticos.
Se la recomendamos a todos los que les gusta la naturaleza, la tranquilidad, la autenticidad de casas antiguas...