Somos una familia de Madrid, que intentamos alquilar en 2014 pero estaba completo, y nos quedamos con las ganas... las fotos nos parecían espectaculares y efectivamente, son exactas, aunque lo que descubres cuando vas alli, es mucho mejor.
Lo hemos conseguido en 2015 (9 días) y hemos vuelto encantados, a pesar de que nos tocó la ola de frío de agosto, pero en el norte, ya se sabe. Chubasquero (sólo 2 días), chirimiri y a disfrutar.
El trato de Manolo y Milagros fantástico, mis hijos (3 y 7 años) salían corriendo disparados cuando les veían por la mañana, para que les enseñaran el huerto. Tuvimos un problema con nuestro coche y Manolo nos recomendó su taller y nos atendieron divinamente... en fin, que estás completamente atendido y cubierto en todo momento y eso da mucha tranquilidad.
La casita genial para una familia de 4, acogedora, muy limpia, bien aprovechada, luminosa, independiente total y en una única planta. Las flores cuidadísimas y los setos estratégicamente colocados para dar privacidad, porque son 4 casas en una misma parcela pero no importa, es estupendo.
Hemos comido de la huerta (patatas, pimientos de padrón, tomates, lechuga, zanahorias, limones...). Eso sí pedíamos ayuda a Milagros porque nosotros ni idea de qué ni cómo coger las cosas para no estropearlo!
Está cerca de muchos sitios que ver, y tiene senderos justo al lado maravillosos para ir caminando o en bici (siempre hay que pedir indicaciones a Manolo y Milagros porque si no, uno se pierde cosas y es una pena!).
Es la primera vez que hemos estado absolutamente solos los 4 en dos playas, la de Rebordelo y la de San Pedro, de más difícil acceso esta última pero espectacular, con rocas donde vimos percebes.
En fin, fantástica experiencia, lo recomendamos 100%, el descanso absoluto y la gente encantadora.
Gracias Manolo y Milagros, nos llevamos muy buen recuerdo de vuestra tierra, seguid así porque os irá fenomenal.
¡Besos de los 4!
Álvaro, Daniela, Beatriz y Gonzalo.