"La Hiedra" ha sido la casa que buscábamos este verano, en que la boda de un familiar ha hecho que nos reuniéramos en Jávea un grupo mayor del habitual. Se trata de una construcción tradicional, sólida, realizada con un gusto excelente por sus mismos propietarios hace años. No es una casa amueblada para el alquiler sino para vivir en ella, por lo que su equipamiento es mucho más generoso que el que hemos encontrado en otras casas. Y al hablar de generosidad, hay que mencionar la invitación de sus dueños, quienes nos prepararon una paella y una tarta de manzana deliciosas, dignas de un buen restaurante local. Cuando llegamos, la casa estaba impecable y la recorría una corriente de aire suave, que su orientación permite a todas horas. El exterior está cuidado con verdadero mimo y el interior y el porche son amplios, cómodos y muy bonitos. La única limitación, a nuestro juicio, de la casa es el número de cuartos de baño; en cualquier caso, con un poco de organización, ése tampoco tiene porqué ser un problema. Por último, la piscina es perfecta, Sin duda, recomendaría esta propiedad.