El alojamiento está genial, camas comodísimas, sillones en el comedor para toda la familia, electrodomésticos de gran calidad, menaje de cocina de todo lo que puedas imaginar.
Un gran detalle de bienvenida, una garrafa de agua mineral, una caja de leche y una botella de cava.
La ubicación de la piscina estupenda, le da todo el día el sol, y además al estar rodeada por el seto no te da el aire aparte que así no te ve nadie.
Por poner alguna pega, que está un poco alejado de todo, pero claro eso lo ganas en tranquilidad