"En una casa portuguesa queda bien
pan y vino sobre la mesa.
y si a la puerta humildemente golpea alguien,
se sienta a la mesa con la gente.
Se queda bien esta franqueza, queda bien,
que el pueblo nunca desmiente.
La alegría de la pobreza
está en esta gran riqueza
de dar, y estar contento.
Cuatro paredes blancas,
un olor a romero,
un racimo de uvas doradas,
dos rosas en un jardín,
un San José de azulejos
más el sol de la primavera,
una promesa de besos
dos brazos a mi espera ...
¡Es una casa portuguesa, con certeza!
¡Es, seguramente, una casa portuguesa!
En la comodidad pobre de mi hogar,
hay abundancia de cariño.
y la cortina de la ventana es la luz de la luna,
más el sol que golpea en ella ...
Basta poco, poco para alegrarme
una existencia sencilla ...
Es sólo amor, pan y vino
y un caldo verde, bacaladilla
a humear en el tazón.
¡Es una casa portuguesa, con certeza!
¡Es, seguramente, una casa portuguesa!"
Canción de Amalia Rodrigues.
Esto y mucho mas es la quinta en Outeiro de la familia Moura. Encontrareis en Carneiro un lugar lleno de magia y en la familia Moura unos anfitriones increibles, unos relaciones públicas sin igual y en ese momento y en ese lugar unos grandes amigos. Gracias por todo, un abrazo de Azahara, Eva, Adrián, Pedro, Antonio y Arturín.