En cuanto pueda vuelvo, la casa es de las más bonitas que he visitado, y el entorno se lleva la palma, menudas vistas!!! Impresionante, de verdad que lo recomiendo al cien por cien, tiene todo lo que buscaba, la paz que se respira, el contacto con la naturaleza, al lado de la casa tienen un refugio con gallos, gallinas, patos, vacas, burros y hasta su propio huerto, yo fui con mi pareja y otra pareja de amigos, Pedro (tintín) y Sonia, que ya habían estado allí y al no conocer Asturias y que ellos querían volver, fuimos para allá en el puente de mayo y nos quedamos de piedra al ver esos paisajes tan bonitos, montaña y mar juntos, y en cuanto a la comida he de decir que llegué estando un poco mala del estómago pero allí me recuperé, las dueñas Maria Luisa y Maria son encantadoras, desde el primer dia se preocuparon de mi dieta y se adaptaron, cosa que les agradezco enormemente, si hasta Maria Luisa hizo una empanada especialmente para mi! Buenísima, y poco a poco fui comiendo más cosas contundentes típicas de allí y todo casero y buenísimo, el ambiente es familiar y acogedor, me ha encantado porque conocimos gente y qué risas nos echamos! en definitiva, el sitio es lo mejor, y la relación calidad/precio es muy buena.