Queda cerquísima de pueblos preciosos de la comarca como Valverde, Villanueva, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla… Destaca la presencia las gargantas, zonas ideales con chiringuito para bañarse en el río.
Relativamente cerca, puedes visitar Cáceres, Plasencia, Trujillo y Monfragüe. Son lugares preciosos. En Monfragüe avistamos numerosos buitres e hicimos algo de ejercicio caminando por el monte para llegar a lo alto del castillo donde la vista es espectacular. Fue un contacto con la naturaleza que mis hijos necesitaban.
La casa rural ofrece un equipamiento que hasta ahora yo no había visto. En especial la piscina (enorme y equipada con luces y jacuzzi) y la zona del césped muy bien cuidado donde estuvimos corriendo y jugando al fútbol. Además, hay kayaks y la finca linda con el río. Aconsejo llevar escarpines. Lo cierto que los niños estuvieron ocupados todo el tiempo y no dieron para nada la lata.
Por otro lado, la barbacoa, bien equipada y práctica, nos esperaba al final del día para reponer fuerzas. Hay muy buena carne en la zona así que la disfrutamos cada noche. Hasta tuvimos fiesta nocturna con música. La zona de barbacoa es comodísima y súper amplia. Para los amantes del verde, tienen un huerto con cebollas, pimientos, berenjenas y diferente fruta.
A la casa en general no le falta detalle, prácticamente cada habitación tiene su aseo, la cocina es muy práctica y bien equipada. Hay espacio de sobra y está todo muy bien cuidado. Las vistas hacia el Norte son chulísimas pues está al lado de la Sierra de Gredos
El anfitrión, Jose, un tipo muy amble y servicial. Se portó estupendamente con nosotros. Estuvo discretamente pendiente de lo que pudiéramos necesitar y nos hizo esos días más fácil.
No quiero dejar de mencionar una experiencia que tuve pues hacía años que no descansaba tanto. Fueron noches fresquitas y agradables y concilié el sueño como hacía años que no lo lograba: ¡¡DORMÍ 9 HORAS SEGUIDAS!!
Gracias por todo. Fue para repetir.