No habíamos podido poner antes nuestra opinión, y no queríamos dejarlo pasar más, porque la casa lo merece.. Se queda corto el espacio para hablar de lo que fue nuestro Fin de Año alli, y más corto aún para hablar de su dueño... Hacía mucho tiempo que no conocíamos a nadie tan sencillo, tan implicado con su proyecto y tan integrado en la vida de campo y en lo que supone.. Hablando con él de cómo es la vida en un pueblo pequeño, de los sacrificios que conlleva, pero también de las ventajas (que las hay...), y ver que lo vive y lo siente de verdad, es reconciliarte con muchas cosas.... Y el cariño con el que habla de su casa rural, nos contaba que había ido gente de nuestra edad que más adelante habían vuelto ya con sus hijos..... Gracias por ser así...
Y en lo que se refiere a la casa, como en otras opiniones, las fotos y lo que se ve en página, se queda corto corto corto.... ya nos dijo que quería cambiar fotos y demás. El salón/comedor es de los más acogedores en los que hemos estado, y os aseguramos que hemos estado en muchos. Pasamos hasta calor que tuvimos que bajar las calefacciones porque con la chimenea era increíble lo bien que tiraba... La cocina, amplia, y con menaje más que de sobra. Habitaciones acogedoras, todas con baño, alguno un poco pequeño pero genial...Y para verano.. el merendero cubierto, con su futbolín, la gran mesa.... fresquito para disfrutar.... Y al lado, las gallinas de las que a diario teníamos huevos que hacía mucho que no probaba tan ricos, claro, son de verdad ;-)). A las gallinas incluso les pusimos nombres y cada uno tenía su preferida y hacíamos concursos de cúal ganaba poniendo... Fuera hay un jardín, barbacoa.... Y a nada están Cuéllar, Segovia, La Granja.... La Senda de los Pescadores, no la hicimos porque nos dicen que es mejor en primavera o principio de otoño, fácil y bonita incluso para críos, con puentes colgantes de madera.... En resumen, NO SE PUEDE PEDIR MAS... GRACIAS POR TODO, de Javi, Miguel, Edu, Clara, Pepe y Juan..